Esta vez nos desplazamos a Sierra Morena a la Sierra Norte de Sevilla, estaba casi en todo su esplendor, las aguas que habían caído por ese territorio favorecían su verdor; dehesas llenas de encinas, olivares, castaños,alcornoques y todo tipo de plantas aromáticas; cantuesos, jaras, romeros, espino albar a reventar de flores...y los sotos de los ríos y riachuelos con sus chopos, alisos y sobre todo fresnos, fresnos tan grandes no habíamos visto nunca.
Todo esto con bastante vida, resaltada por el agua, charcos, lagunillas, hilos de agua, llenos de ranas y renacuajos que nos acompañaban sobre todo por las noches, a veces no dejaban escuchar nuestros propios ronquidos. A resaltar el despertar con la algarabía de los pájaros, y alguna culebra que se dejó ver por los alrededores.
Nuestras rutas casi siempre circulares, nos permitían observar la fauna silvestre y también la semidomestica, la curiosidad de ver los cerdos negros pastando hierba, ovejas y vacas y con todo ello, una nota negativa; las vallas, vallas para contener a los animales, pero que restringen enormemente los movimientos de los excursionistas y viajeros y la sensación de falta de libertad en la naturaleza. SERÍA INTERESANTE QUE LOS PUEBLOS, LAS COMARCAS, LAS COMUNIDADES Y LOS PODERES PÚBLICOS RECUPERARAN ESPACIO DE DEHESAS Y MONTE, YA QUE ESTÁN INTERESADOS EN EL TURISMO VERDE Y FAVORECER A LOS VIAJEROS Y EXCURSIONISTAS, NEGOCIARAN EL HACER CAMINOS QUE ATRAVESARAN ESTOS PARAJES TAN HERMOSOS Y BIEN CONSERVADOS, CON FORMULAS COMO HACER CANCELAS EN VALLAS PARA PODER PASAR, Y SENDAS CONTROLADAS Y OTRO TIPO DE ACCIONES QUE SE PUDIERAN REALIZAR......CON ALGÚN BENEFICIO PARA LOS PROPIETARIOS, Y TODOS SALDRÍAMOS GANANDO.
Una de las rutas que hicimos, era por unas dehesas magníficas, pero el camino era una pista demasíado grande y toda al sol, aunque rezaba en su información que había sombra frecuente ¡un huevo!, nos chupamos 14 Kms. al puro sol y eso que estábamos a mitad de Abril, eso sí, nos acompañaban buitres y grajas, a todo esto dentro de las vallas, barbaridad de árboles con buena sombra, ¿se podría hacer alguna senda por entre los árboles?.
nuestros compañeros habituales
Las Jaras muy floridas nos alegraban con su color y sutil perfume
¡Fijaros! que sendicas para andar, una maravilla.
Primera ruta por dehesas desde el Pueblo de ALANIS.
uno de nuestros tres campamentos, a la orilla de río Hueznar, río que nos acompañaría por toda la Sierra en diversas excursiones y que era a la vez nuestro baño natural.
Saliendo a una de las excursiones más largas, nos curramos 30 Kms. por la vía verde y aledaños.
atravesando con precaución una manada de vacas, muchas con sus ternerillos
un puente del ferrocarril minero en la vía verde, nos sorprendieron unos fresnos tremendos.
En una primera parada para almorzar paramos en San Nicolás del Puerto, visitamos los manaderos del río HUEZNAR, donde nace el río.
Al final de la vía verde, las mina de Hierro.
A la vuelta de la vía verde, atajamos y perdimos la senda que atraviesa cortijos particulares, no muy interesados en dejar paso a los viajeros, seguimos con bastante buena intuición los riachuelos de la finca que previsiblemente nos llevarían al río Hueznar, guía natural de la excursión. Tuvimos que saltar numerosas cercas hasta dar con nuestro objetivo.
Aún así, el paisaje era verdaderamente hermoso y fresco.
Esta vez, realizamos una ruta más montañosa, pasamos por lugares tan pintorescos como el de arriba, y visitamos uno de los pueblos más emblemáticos de la Sierra; CAZALLA DE LA SIERRA
Carmen Plou, Enrique, Armando, Mª. José, Pepe, Maribel, Carlos y...
Esteban, Jesús Lucas
Reponíamos nuestras reservas de agua, el tiempo fue en todos los días estupendo.
Capas de Campoallá, curiosas rocas (pizarras, areniscas y calizas) se estratífican y tienen un aspecto muy llamativo y en pequeño imitan a los grandes paisajes.
Finalmente, un merecido baño en las limpias aguas del Hueznar, ¿Que hubiera sido de nosotros sin este río?, no hubiéramos podido alternar en los pueblos, ni siquiera ligar.
entrenando para el futuro, con un paisano en CONSTANTINA, tienen los pueblos unos bonitos nombres.
Carlos, nuestro cocinero jefe en sus faenas propias de su sexo.
Una semanada, realmente redonda; paisajes, convivencias, andadas, pueblos, sotos y ríos, cascadas, ...nuestras cervecitas, comandadas por Pepe, comida de fraternidad en un restaurante de la zona y nuestro tradicional desayuno con churros. Completo.
Hay que agradecer el esfuerzo que están haciendo estas comarcas por hacerlas transitables y la guardería forestal, que en ningún momento nos molesto y sabia de nuestras andanzas.
